Un programa portuario abre un océano de oportunidades para Bolivia
Un puerto fluvial de esta nación sin litoral, unido al programa de gestión portuaria de la UNCTAD está ayudando a los importadores y exportadores a superar los retos logísticos.
Bismark Rosales, Gerente General del Puerto de Jennefer, en Bolivia, ha visto como la suerte comercial del país ha mejorado notablemente desde que el puerto obtuvo el estatus de puerto internacional en 2018.
«Nuestro país tenía una oferta muy grande de soja, urea y cemento para exportar, pero no éramos competitivos en los mercados internacionales», dice el Sr. Rosales. Y agrega, «La razónno era la falta de calidad o de tecnología, sino la costosísima logística necesaria para transportar las mercancías por tierra a los puertos de los países vecinos».
Más del 80% del comercio internacional se transporta por mar. Sin un litoral que diera acceso a las rutas marítimas mundiales, las importaciones y exportaciones Bolivianas dependían de los puertos de los países vecinos, como Chile, para comerciar con el mundo.
El terreno accidentado que lleva a los puertos chilenos a través de las montañas andinas significaba que los costes de tránsito para llegar al océano Pacífico eran generalmente la parte más cara de los costes totales de envío.
Pero en 2018, el Puerto de Jennefer y otros dos puertos fluviales del país obtuvieron el estatus de internacionales, lo que abrió un nuevo mundo de posibilidades a lo largo de la vía fluvial Paraguay-Paraná, de 3000 kilómetros, que conduce al océano Atlántico.
En solo tres años, el volumen de carga internacional que entra y sale del país por la hidrovía ha aumentado un 62%, alcanzando los 2,1 millones de toneladas en 2021.
Un momento clave
Cuando el Sr. Rosales comenzó en el puerto como director administrativo y de recursos humanos en 2011, vio el potencial comercial de Bolivia y entendió que se veía perjudicado por la falta de un puerto internacional.
Recomendó invertir en proyectos para ampliar el puerto, incluyendo una nueva zona industrial y una terminal, y el dragado de un canal de 11 kilómetros de longitud para mejorar el acceso a la vía fluvial Paraguay-Paraná.
Un momento decisivo en su trayectoria y en la del puerto, dice el Sr. Rosales, fue la incorporación al programa de Gestión Portuaria de TrainForTrade de la UNCTAD en 2016.
«Participar en el programa de gestión portuaria me dio la confianza y la capacidad para dirigir con éxito los numerosos proyectos en curso en el puerto, y más tarde, llegar a ser el Gerente General».
Además de completar el curso de Gestión Portuaria, el Sr. Rosales se convirtió en instructor del programa en Bolivia y en formador y evaluador de los puertos participantes en Argentina, República Dominicana y Perú.
Nueva reglamentación portuaria
El programa de la UNCTAD ayudó a Bolivia a cambiar su normativa portuaria, abriendo el camino para que un operador privado como Puerto Jennefer obtuviera el estatus de internacional.
«En aquel momento», dice el Sr. Rosales, «las normas no permitían a los puertos privados realizar operaciones de comercio internacional, y Bolivia no tenía puertos públicos».
Reuniendo a representantes de empresas, puertos privados y la autoridad portuaria en la misma sala, el Programa les ayudó a trabajar juntos para abordar los obstáculos logísticos y legales que impiden el comercio del país.
En 2018 se aprobó una nueva normativa que permite a los puertos privados operar a nivel internacional.
«Ayudó enormemente que estuviéramos sentados en la misma mesa, hablando del desarrollo portuario del país y de la legislación», dice el Sr. Rosales.
Una visión global
El Programa de Gestión Portuaria de la UNCTAD cuenta con una red de unos 250 puertos en África, Asia, América Latina y el Caribe. Unirse a esa red mundial, dice el Sr. Rosales, le dio una nueva visión para Port Jennefer.
«Me ayudó a establecer un buen contacto con otros puertos», dice. «Esto me ha permitido tener una visión de hacia dónde podemos ir con el puerto y qué inversiones necesitamos para alcanzar esos objetivos».
Una de las principales mejoras que ha realizado gracias al curso fue invertir en la construcción de un acceso directo desde las terminales del puerto a la autopista, lo que permite a los camiones evitar la ciudad vecina de Puerto Quijarro.
«Esto ha reducido el tráfico en la ciudad, mejorando en gran medida las condiciones de vida de la comunidad local», dice el Sr. Rosales, añadiendo que ahora ve el desarrollo del puerto no sólo como un proyecto para su empresa, sino también como un esfuerzo nacional.
«El Programa de Gestión Portuaria TrainForTrade de la UNCTAD ha cambiado la historia del comercio fluvial y marítimo boliviano».